Los contramarcos, o armazones, son una gran solución para la instalación de puertas correderas en lugares con problemas de espacio o cuando queremos generar espacios amplios, acogedores, minimalistas, aportando un toque de modernidad en el diseño de interiores. Hay 2 tipos de puertas correderas: puerta corredera a vista (en este caso la puerta se desliza a lo largo de la pared, y puerta corredera oculta, o empotrable, (la puerta se desliza dentro de las paredes mediante un sistema que se llama contramarco o armazón). Cualquier puerta puede ser corredera, tanto de madera, vidriera o de cristal, usted solo tiene que elegir el diseño de la puerta y del resto nos encargamos nosotros, personalizándola, adaptándola al sistema y al espacio requeridos, buscando la mejor solución para su hogar y sus necesidades. El contramarco o el armazón está compuesto por 3 elementos: una caja que se instala en el interior de la pared, una guía, que es el sistema corredero y se coloca en la parte superior, permitiendo que la hoja se esconda en la pared, y un montante vertical sobre el que bate la puerta al cerrarse, y según el tipo de contramarco/ armazón que se utilice, se puede obtener gran cantidad de aperturas.